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Las integrantes del Club de la Perlita
Toda mujer que tiene mundo sabe que las perlas son pequeñas piedras que se forman al interior de moluscos cuando entra en ellos un elemento irritante como un grano de arena. Así que, para defenderse, el molusco segrega una sustancia nacarada que rodea al elemento extraño y, de esta manera, a través de un proceso natural se crean las famosas perlas.
A lo largo del tiempo se ha modificado su significado. Es decir, antiguamente, se decía que eran las lágrimas de alegría de Afrodita, las gotas de rocío llenas de luz, el regalo de boda de Krishna a su hija y la poción amorosa de Cleopatra. Todo suena muy romántico para estas piedras que, aunque son simplemente un objeto, guardan algo de misticismo.
Incluso en algunas culturas se cree que las perlas tienen propiedades curativas así como la capacidad de absorber energía negativa, de generar sensaciones de paz, pureza y equilibrio espiritual. Con el paso de los años, estos objetos de deseo adquirieron un valor económico que permitió intercambiar bienes y servicios, pues representaban la riqueza y el estatus social. Posteriormente estas pequeñas gemas fueron utilizadas como joyas por mujeres, quienes las encumbraron como el elemento femenino sinónimo de la elegancia.
Actualmente las perlas son consideradas un accesorio imprescindible, pues la famosa diseñadora Coco Chanel decía que se sentía desnuda si no traía encima unas perlas. Las hizo parte de su estilo, lo que generó que estas joyas sean inmanentes a los caprichos de la moda.
EL PROTOCOLO
Algunas reglas clásicas sobre su uso advierten que si la ropa es de un solo color, el collar de perlas debería ser largo. Pero si la ropa tiene diseños o estampados, la mejor manera de utilizarlas es de forma discreta. En los trajes sastre no deben ir más abajo del pecho. Otros expertos dicen que las nuevas generaciones pueden atreverse a usar los collares de perlas largos, de varias vueltas en el cuello, combinando sus modernos Outfits, pero que esto no debería suceder en mujeres de más de 40 años. La realidad es que aunque existan diversas versiones sobre su importancia, las perlas son la gema más antigua y durante siglos fue considerada la de más valor por lo que usar imitación de perlas así como perlas falsas siempre restarán estatus a su portadora.
Debido a su significado, algunas integrantes de la política mexicana han entendido que las perlas nunca pasará de moda y que su utilización otorga un rango superior al estilo. Así que a continuación presentamos a las mujeres que han decidido pertenecer al selecto grupo del Club de la Perlita.
Angélica Rivera, esposa del presidente de México, Enrique Peña Nieto (@EPN).

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VER: Angélica Rivera: ¿La primera dama más bella del mundo?
Arely Gómez (@ArelyGomezGlz), procuradora General de la República.

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VER: Así viste la señora Procuradora
Josefina Vázquez Mota (@JosefinaVM), coordinadora de la Comisión de Vinculación con la Sociedad del PAN.

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VER: Josefina Vázquez Mota, una lección para ella.
Ivonne Álvarez (@alvarez_ivonne), senadora de la República por el PRI.

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Cristina Díaz (@Cristina_Diaz_S), senadora de la República por el PRI.

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VER: El Fashion Emergency de la política
Iris Vianey (@IrisVianeyMM), senadora de la República por el PRD.

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VER: Los looks de Iris Vianey Mendoza
Carolina Monroy (@CarolinaMonroy_), diputada federal por el PRI.

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VER: Carolina Monroy: Más allá de ser la Primera Dama de Profeco
Claudia Ruiz Massieu (@ruizmassieu), secretaria de Relaciones Exteriores.

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VER: Claudia Ruiz Massieu: la verdadera heredera
Margarita Zavala (@Mzavalagc), aspirante a la presidencia de la República en 2018.

(Foto: oronoticias.com.mx)
VER: Contra quién está peleando Margarita Zavala
Rosario Robles (@Rosario_Robles_), secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

(Foto: razacero.com)
VER: Las mechas californianas de la hija de Rosario Robles
Blanca Alcalá (@SoyBlancaAlcala), candidata al gobierno de Puebla por el PRI.

(Foto: themexicantimes.giganettv.mx)
VER: Los cortes de pelo de Blanca Alcalá
Gabriela Cuevas (@GabyCuevas), senadora de la República por el PAN.

(Foto: Facebook.com)




































































































































































































La búsqueda de la verdad como fuerza liberadora, como soporte ético imprescindible para sobrellevar el transcurso de una vida, está en el centro de esta novela magistral, que tras permanecer en el olvido durante más de cincuenta años fue rescatada por la prestigiosa editorial italiana Adelphi y se colocó rápidamente en el primer puesto de las listas de libros más vendidos de Italia. La tremenda exactitud de su prosa, apenas atemperada con un barniz de refinada melancolía, unida a la vigencia de sus propuestas morales, sitúa a Sándor Márai entre los grandes escritores europeos de este siglo. Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron elegantes veladas y cuyos salones decorados al estilo francés se llenaban de la música de Chopin, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño ya no existe, todo anuncia el final de una época. Dos hombres mayores, que de jóvenes habían sido amigos inseparables, se citan a cenar tras cuarenta años sin verse. Uno ha pasado mucho tiempo en Extremo Oriente, el otro, en cambio, ha permanecido en su propiedad. Pero ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer. La tensión aumenta, línea tras línea, hasta que se hace casi insoportable, pero la prosa continúa, implacable, precisa, fiel reflejo del empeño de los protagonistas por hurgar hasta en lo más recóndito de sus almas, allí donde se encuentran esas verdades cuyo descubrimiento provoca, al mismo tiempo, un insoslayable dolor y un incontenible impulso vital. (Reseña de googlebooks).
La novela cuenta la historia del joven marinero Edmundo Dantés, acusado injustamente de agente bonapartista y condenado a prisión sin juicio por el secretario del procurador del rey, quien ve en él una amenaza a su prometedor futuro, pues puede descubrirse a través de Dantés un complot organizado por su padre contra la monarquía. Edmundo es encarcelado en el Castillo de If, donde conoce al abate Faria, quien, a lo largo de los años de encierro, le transmite su sabiduría y le revela el secreto de un tesoro escondido en la isla Montecristo. Edmundo logra huir de la cárcel, da con el tesoro y luego decide salir en busca de las personas que lo ayudaron y de las que lo traicionaron. Veintidós años transcurrieron desde el injusto encarcelamiento de Dantés. Cada una de las familias involucradas en la intriga tiene sus historias y sus secretos, los cuales serán descubiertos por el conde de Montecristo, nombre que ha adoptado Dantés para consumar su venganza. (Reseña de quieroleer.com)
Marguerite Yourcenar cuenta que una vez encontró, en una carta de Flaubert, esta frase inolvidable: Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, y de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en que el hombre estuvo solo. La autora de estas Memorias de Adriano añade: He pasado una gran parte de mi vida tratando 




















































































