Purificación Carpinteyro

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La diputada del Partido de la Revolución Democrática en el restaurante Balmoral.
Purificación Carpinteyro

*Entrevista realizada en marzo de 2013.

Aunque nunca ha visto un melodrama en la televisión, la hizo de villana en la «Telleznovela», donde fue acusada por la Procuraduría General de la República (PGR) de espionaje telefónico a su jefe, el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez.


Convertida en diputada de Iztapalapa por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), «Puri» –como es mejor conocida esta abogada de 51 años– nos cita en el Balmoral del Hotel InterContinental y, mientras toma un café americano acompañado de scones de canela untados de miel y crema inglesa, nos confirma tres cosas: acaba de volver a la soltería, está por sacar su libro y efectivamente es bruja, pero de las buenas. 

 

Carpinteyro

Puri es fanática de los scones de canela untados de miel y crema inglesa / FOTO: adnpolitico.com

 


Veo que todo el mundo te dice Puri ¿te puedo llamar Ficación? 
Mejor búscame otro más creativo. Me han llamado desde Conspiración Carpinteyro hasta Inspiración Carpinteyro. Luego, durante la campaña, en Iztapalapa hubo alguien que me apodó Crucifixión Carpinteyro. 

¿Por qué elegiste el Balmoral? 
Es una cafetería donde me conocen muy bien. A mí me gusta mucho el té, soy de té fuerte, té inglés, y aquí lo tienen. Además hacen unos scones deliciosos. 

¿No te taladran el cerebro las calorías? 
El día que tenga que pasar a otra vida, si es que la hay, porque a mí nadie me ha garantizado que hay otra, entonces yo quiero entregar la carrocería bien maltratada. Quiero que no quede nada. 

Entonces difieres de que en esta vida te recuerden no por lo buena que eras, sino por lo buena que estabas. 
Yo quiero que me recuerden. Como sea, pero que me recuerden. Indudablemente en el ser humano existe esta necesidad de trascender. 

¿Qué has hecho al respecto? 
Dicen que en la vida hay que escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo. Yo a la fecha lo único que he hecho es plantar un escándalo [risas]. Bueno también planté un árbol…, escribí mis tesis, que fueron dos, la de licenciatura y la de maestría, y estoy próxima a sacar a la venta mi libro. Tener un hijo ya no, pero tengo harto perro y gato.

Vi en un video de YouTube, llamado «En tiempos de persecución, un día de fotos en la vida de Purificación Carpinteyro», que tu gato es completamente negro, ¿cómo se llama?
 Se llama Facha. Hace algunos años cuando llegó solita a la casa, era una gatita chiquita con unos pelos negros parados espantosos, verdaderamente esquelética. Entonces dije: «¡Qué facha!». Y así se le quedó. 

¿Eres supersticiosa? 
Sí, yo pienso que los gatos negros dan muy buena suerte. 

Y los perros ayudan al buen olfato, supongo. 
Pues no, no es el olfato lo que me distingue. Pero digamos que me encanta comer.

Ah, de buen diente. 
De muy buen diente. 

¿Tirándole a colmilluda? 
Son dos cosas distintas.

¿Eres más lo primero o lo segundo? 
De buen diente, me da más placer. 

¿Cuál es tu restaurante favorito? 
Pues claro que el mío: Peces, Reces y Puercos a Veces. Está en la calle de Tokio 52, en la colonia Juárez. Los productos son de primerísima calidad, ya quisiera cualquier restaurante de los que cobran cinco veces el precio que cobramos nosotros. Lo que pasa es que en México tenemos esa tendencia a pensar que si no está caro no es bueno. 

¿Tiene otras sucursales? 
Sí, mi socio, que es Marco Rascón (ex diputado federal por el PRD), tiene Peces que está en la colonia Roma, ése es el tradicional. 

Pero Marco Rascón también era tu socio en los asuntos del corazón, ¿cierto?
Tuvimos una relación maravillosa durante cuatro años, incluso vivíamos juntos en mi casa, pero apenas terminamos en diciembre de 2012. 

Se les rompió el amor de tanto usarlo, como diría Rocío Jurado. 
El principal problema es cuando se hace hábito el saber que la otra persona está ahí, y ya no importa que esté. Nos ganó la cotidianidad. 

¿Es verdad que se lo bajaste a la cantante Eugenia León, con quien él estaba casado? 
Para nada. Ya había terminado con ella desde hacía mucho tiempo. 

Ubícame. Marco Rascón es el mismo que se puso una máscara de cochino en el Congreso de la Unión durante un informe del presidente Ernesto Zedillo. 
Sí, exactamente fue él. 

Oye, Puri. Acá entre tú y yo, ¿Marco nunca te llegó en la noche con una máscara así de divertida para darle un toque kinky a su relación?
No, caray. Ahora me entiendes cuando te hablo de la cotidianidad. 

¿Crees en la brujería? 
Híjole no, pero de que hay brujas, hay brujas. 

¿Cómo puedo comprobar que no eres una de ellas? 
Es que en realidad sí lo soy. Soy bruja, pero de las buenas. 

Entonces, alguna vez le haz hecho un «amarre» a un hombre para que se quede contigo… un vudú, por lo menos. 
¡Dios me libre! Nunca en mi vida estaría con alguien que no quiere quedarse conmigo. Por el contrario, de la que se pierde el güey. La neta: ¡de la que se pierde! 

¿Más vale divorciada que quedada? 
Por lo pronto ya me divorcié dos veces: una de un peruano de nombre Allan Hennings que después se convirtió en mexicano, pero en realidad es un húngaro-alemán. Era compañero mío en Harvard, entonces me lo traje a México. Fue mi primera importación, un producto de alta calidad, pero ya lo exporté. Se fue a Londres, por cierto le va de maravilla, ahora es multimillonario. 

Cuéntame de tu segundo marido. 
Luego me casé con un cantante de opera mexicano, Arturo Barrera, barítono, a quien conocí tiempo atrás cuando yo era bailarina de ballet profesional a los 16 años. 

¿No te arrepientes de haberlos dejado ir? 
Sí caray, siempre que me divorcio, los hago ricos. 

¿Pues cuánta lana te bajan? 
Más que eso, como que les doy buena suerte.

¿Es cierto que tu relación más estable es con el café? 
Un poco sí, pero ¿a qué viene eso? 

Es que en el video de YouTube del que te hablo vi una cafetera en el buró de tu cama. 
Bueno, mi próxima relación está por aparecer, ahora será con la tetera. 

¿Qué haces más? ¿Fumar o tomar café? 
Lo segundo. 

Aunque veo que Puri fuma puro. 
Sí, sólo puros. 

¿Cuántos te echas al día?
¿Seguimos en las relaciones o ya pasamos a los puros? 

Lo que tenga más dígitos. 
Entonces como 10. Me fumo como 10 puritos al día. Nada más los consigo en Sanborns y resulta que han estado escasos, por eso ahorita traigo el blue, pero a mí me gusta el negro, el puro negro. 

Como el color negro de tu Nextel, ¿qué pasó con aquel que traías rojo de Ferrari? 
Por alguna razón Motorola los descontinuó, y ahora traigo uno bastante triste. 

Tú que eres conocedora del tema de intervenciones telefónicas, ¿qué es mejor para evitar que lo espíen a uno: BlackBerry, iPhone o Android? 
BlackBerry por mucho. Los mensajes de texto de BB no son interceptables, a tal grado que en la India y creo que en Arabia Saudita o Egipto estuvieron a punto de dejar de venderse los BlackBerry porque los gobiernos exigían poder auditar y revisar los mensajes y no se podía. 

¿Te gustan las telenovelas? 
Nunca en mi vida he visto una. 

¿Ni siquiera la «Telleznovela» que trataba de una mujer que filtra a la prensa conversaciones comprometedoras del secretario de Comunicaciones y Transportes?
 Digamos que ahí fui la protagonista. 

Más que la protagonista, yo te vi en el papel de la mala. ¿Te gusta ser la villana? 
No. Lo que realmente me gusta es hacerles pensar que soy la villana. 

Digamos que eres como una especie de villana ajedrecista. 
La verdad me encantaría saber jugar ajedrez, pero digamos que juego un ajedrez que todo mundo juega, uno que es multidimensional donde no tienes nada más a un contrincante, sino 20; no sólo una dimensión, sino que la tienes en horizontal y vertical. Este juego se juega en varias layers

¿Te dejó satisfecha el final de la «Telleznovela»? 
¿Quién dice que ya acabo? 

¿Qué le falta para que termine? 
Falta la segunda parte que, te aseguro, será mucho mejor. 

Por favor no me mientas, Puri, ¿realmente conoces la delegación Iztapalapa de pe a pa?
 ¡Claro! Me tocó hacer campaña de tierra, ir a caminar las calles, saludar a las personas… 

¿Es en serio que raspaste las suelas de tus costosos zapatos? 
Al principio, mis asesores me dijeron que tenía que olvidarme de los tacones, del maquillaje, de los peinados, de los trajes sastre y ponerme jeans, tenis, camisetas y gorritas como de béisbol. Les hice caso sólo un día. Me sentí poco auténtica. Lo que tenía que vender era honestidad y mi primer acto de honestidad era ser como soy. Así hice la campaña. 

¿Y no generabas resentimiento social?
 Los habitantes de la Sierra de Santa Catarina –que se localiza en el distrito que ella representa– sabían que yo no era nativa de ese lugar. ¿Quién les iba a tomar el pelo? Lo que les dije fue que les podía ofrecer mi experiencia, una trayectoria profesional que me ha permitido tener acceso a experiencias internacionales. 

¿Estás afiliada al Partido de la Revolución Democrática? 
No. No estoy afiliada. Soy una candidata independiente. El PRD me dio la oportunidad por este distrito, el 22, no como diputada plurinominal sino para ser candidata electa. 

¿Crees que para la gente de Iztapalapa sería incongruente que su representante viva en una casa en Vistahermosa, de 800 metros cuadrados con cancha de paddle, alberca y seis personas de servicio? 
Yo creo que la gente de Iztapalapa sabe perfectamente lo que tengo porque nunca lo oculté. Tampoco es que anduviera diciendo que tengo una casota, sino que les dije: señores, todo lo que tengo ha sido producto de mi trabajo. He trabajado en el sector privado tanto en México como en el extranjero y en efecto eso me ha redituado. Ojalá ustedes tuvieran la misma oportunidad que yo de hacer las cosas, pero mi trabajo me ha costado. Nada me han regalado. No es producto de una herencia o un divorcio. Todo lo que tengo es desde antes que yo pensara siquiera en ser parte del gobierno.

De alta directiva de una transnacional brasileña a diputada de Iztapalapa. ¿No crees que la vida te está haciendo bullying
No, yo creo que por el contrario, me está fogueando. 

¿Pues hacia dónde vas, Purificación? 
¿Por qué no pensar en la Presidencia de la República? 

¿Te gustaría ser la señora Presidenta de México? 
¡Por supuesto! Es mi máxima aspiración. Sí creo que puedo. 

¿No consideras que en este camino rumbo a Los Pinos ya te deberías de ir procurando algún actor famoso de Televisa y hacerlo tu esposo? 
No es mala idea, sólo que no me quieren los televisos.

Bueno alguien famoso de otro lado, que cante, que sea modelo, qué sé yo…
Tienes razón. No puedo seguir perdiendo el tiempo. Voy a buscar a Messi, a ver si se presta.