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Jorge Luis Tinoco, el héroe nacido en las llamas [HOMENAJE]

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Hace seis meses Irma Muñoz se despidió para siempre de su único hijo, el camillero de 27 años que murió víctima de la explosión del 29 de enero de 2015 del Hospital Maternal de Cuajimalpa. Esta es la historia del joven que dio su vida por salvar otras.
Jorge Luis Tinoco, el héroe nacido en las llamas [HOMENAJE]
Jorge Luis Tinoco

«Wailord», como le decían a Jorge Luis sus amigos, utilizaba una nariz de payaso para regalar sonrisas a niños enfermos de cáncer / FOTO: Facebook.

No salió de su casa sin la bendición de su madre. El calendario señalaba como miércoles el 28 del mes de enero de 2015. Eran alrededor de las seis de la tarde cuando Jorge Luis Tinoco Muñoz, con su mochila colgada del hombro, cruzó la puerta de su domicilio en Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México, rumbo al Hospital Maternal de Cuajimalpa –ubicado a dos horas de camino en transporte público– donde prácticamente toda la semana entraba a las ocho de la noche para iniciar su turno como camillero. Y como lo venía haciendo desde tiempo atrás, en esa dinámica transcurrió toda esa noche. 

Al día siguiente ya estaba por terminar su turno. Faltaban aproximadamente 50 minutos para las ocho de la mañana del jueves 29 de enero. Jorge Tinoco, de complexión robusta y 27 años de edad repartidos en un metro con ochenta centímetros, estaba haciendo los últimos traslados al interior del hospital donde trabajaba desde hace seis años para mantenerse y pagar sus estudios como trabajador social. De pronto, a su paso por uno de los pasillos lo desconcertó un fuerte olor a gas y empezó a correr la voz de alarma por donde fue posible, al tiempo que desalojaba a los pacientes, pero no tuvo mucho tiempo, en cuestión de segundos la explosión lo alcanzó.

(Ver Perfil Jorge Tinoco, el rey Mago de Cuajimalpa)

Minutos antes, una pipa de Gas Express Nieto se encontraba abasteciendo uno de los tanques estacionarios del nosocomio. Debido a una supuesta fuga del gas que suministraba, se generó una explosión que arrasó con todo a su alrededor. El impacto derrumbó al menos el 70% del hospital, incluida, el área de cuneros, donde se presentó la muerte instantánea de dos de los infantes que ahí se encontraban.

Afuera, el sonido de la detonación despertó a los vecinos de la colonia Contadero en Cuajimalpa. Los habitantes de aquel perímetro no sabían lo que pasaba. Al salir de sus casas para enterarse de qué había ocurrido, poco a poco, a través de una inmensa nube de humo, se percataron que la explosión provenía del Hospital Maternal. El terror se desató.

Jorge Luis Tinoco

La supuesta fuga de una pipa de la empresa Gas Express Nieto fue lo que provocó, el 29 de enero de 2015, la explosión en el Hospital Maternal de Cuajimalpa, en la Ciudad de México / FOTO: Twitter.

 

En búsqueda del «hijosaurio»

Sandra Irma Muñoz Galicia, de 46 años, esa misma mañana se enteró de la noticia por una llamada que recibió en su celular. La madre de Jorge Luis, quien desde hace 25 años es trabajadora administrativa en el Hospital Rubén Leñero, iba rumbo a su trabajo y, justo cuando salió de la estación del metro Colegio Militar, sonó su teléfono móvil. Las palabras que Sandra escuchó del otro lado de la bocina retumbaron en lo más profundo de sus oídos. Era su amiga, la enfermera Griselda, quien le decía: “el hospital (Maternal de Cuajimalpa) acaba de explotar y no encontramos a tu hijo”La madre –quien llamaba de cariño a Jorge «hijosaurio»– se derrumbó.

Sandra Irma corrió para llegar lo más pronto posible al hospital Rubén Leñero y saber con más detalle lo que había sucedido. Aún no se tenía mucha información. La mamá de Jorge subió al segundo piso y se apresuró a llegar a la oficina del subdirector, el doctor Gerardo Ojeda Valdez, desde donde vio a través de un televisor las imágenes de lo que acababa de suceder en Cuajimalpa. La señora Muñoz Galicia se impactó tanto por la gravedad de la tragedia, que volteó hacia donde estaba el médico y le dijo: “Te ruego, tráeme a mi hijo. Es lo único que yo te pido doctor Ojeda, tráeme a mi hijo”. Las siguientes horas fueron de incertidumbre para una madre que no sabía si su hijo estaba vivo o muerto.

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Poco después de las siete de la mañana el teléfono de Adrián Rubalcava Suárez, entonces Jefe Delegacional de Cuajimalpa, comenzó a sonar constantemente. El político del Partido Verde no tomó las primeras llamadas. Ese mismo 29 de enero era el día de su cumpleaños y también era el día que tenía planeado pedir licencia a su cargo como delegado para inscribirse en la lista de diputados por la vía plurinominal del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Nada de eso sucedió.

Adrián Rubalcava había llegado a su domicilio particular a las dos y media de la mañana debido a que estuvo cerrando pendientes en la delegación. Antes de irse a dormir le giró instrucciones a su chofer para que lo viera a la una de la tarde, de ese jueves 29, y lo llevara a la comida que su familia le organizaba por la llegada de sus 38 años. La vez primera que su teléfono sonó, Rubalcava pensó que su secretario particular, René Gavira, lo estaba llamando para felicitarlo, por lo que no respondió. Pero al notar la insistencia, contestó y el anunció lo paralizó: “Una pipa de gas explotó y no se ve que las cosas estén bien”. Inmediatamente Adrián colgó y sin bañarse ni tomar algún alimento ni esperar a su chofer, se puso una sudadera, tomó sus llaves, se subió a su coche y manejó hasta llegar al Hospital Maternal de Cuajimalpa.

Jorge Luis Tinoco

El Jefe Delegacional, Adrián Rubalcava, fue de los primero en llegar a la zona de la explosión y de inmediato llamó al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para informarle la magnitud de la tragedia / FOTO: Facebook.

 

Cuando llegó al lugar, Rubalcava Suárez se encontró con el secretario de Seguridad del Distrito Federal, Hiram Almeida, quien también estaba arribando y con quien se adentró entre los escombros para ayudar a mover piedras y tratar de sacar a la gente atrapada, mientras llegaban los cuerpos de rescate. Poco a poco las autoridades de distintos niveles de gobierno acudieron al llamado de auxilio y los heridos fueron atendidos y canalizados a los hospitales aledaños. El todavía delegado en Cuajimalpa fue testigo de cómo iban saliendo, uno a uno, los heridos del hospital. Entre ellos se encontraba Jorge Tinoco, a quien el funcionario vio con vida tras ser rescatado del edificio derrumbado. 

(Ver Tiene 26 años, es camillero y la explosión lo dejó gravemente herido)

Jorge Luis Tinoco fue trasladado al hospital Rubén Leñero con quemaduras en el 97% de su cuerpo, el ojo izquierdo penetrado por un varilla y una herida más en la pierna causados durante el colapso del inmueble. Sandra Irma Muñoz vio entrar con vida por la puerta de urgencias a su único hijo, Jorge, quien al verla, lloró desesperadamente. Debido a las graves heridas que el joven tenía, de sus ojos salió sangre en lugar de lágrimas. Sandra perdió la fuerza de las piernas al lado de la camilla. Sólo pudo decir: “¡hijo mío!”.

 

Vuela, hijo. Vuela…

Jorge Luis Tinoco

Sandra Muñoz fue madre soltera durante 27 años de su único hijo, Jorge, de quien se despidió el 6 de febrero de 2015 / FOTO: Facebook.

Los siguientes fueron días de permanente agonía para Jorge y toda su familia. Estos últimos se mantuvieron afuera del Rubén Leñero para esperar una respuesta médica. El diagnóstico no era favorable. Jorge había perdido el ojo izquierdo. Sin embargo, lo más grave era que también había perdido casi toda la piel por las quemaduras. Durante los siguientes días Sandra estuvo al lado su unigénito, a quien tenían sedado para evitar el dolor. Conforme pasaba el tiempo Jorge no presentaba ninguna mejoría y su cuerpo empezaba a infectarse por la ausencia de piel. El doctor responsable le advirtió a Sandra que su hijo estaba por “entrar en paro” y sería muy difícil sacarlo de ese estado dado que varios de sus órganos vitales ya estaban fallando. Sandra tomó la decisión más difícil de su vida y le pidió al doctor que «dejara ir a su hijo».

(Ver Muere Jorge Tinoco, un camillero víctima en la explosión de Cuajimalpa)

Después de seis días de lucha, Jorge Luis Tinoco Muñoz cerró sus ojos para siempre. En el recuerdo de la gente que lo conoció quedó grabada su imagen de Rey Mago, personaje del que cada año se apropiaba para asistir al Hospital Pediátrico de Moctezuma, junto con otros compañeros, a donar juguetes a niños enfermos de cáncer; en el corazón de sus espectadores infantiles también quedó la imagen del payasito alto y robusto que aparecía entre las camillas para hacer sonreír a los niños y a todo aquel que se le cruzaba en el camino. La madrugada del 6 de febrero de 2015, Jorge Tinoco se fue, como dice su madre: “en paz”.

(Ver Dan el último adiós a camillero Jorge Luis Tinoco)

 

Jorge Luis Tinoco

 

Jorge Luis Tinoco

Tras el fallecimiento de Jorge Tinoco, sus amigos y familiares lo recuerdan con esta instantánea: vestido como Rey Mago (extrema izquierda) para regalar juguetes a niños en hospitales infantiles del Distrito Federal / FOTO: Facebook.